cuidado de niños en la playa
El sol fuerte, el mar agitado, el chistes, el arena sucio… Los peligros que rodean una simple visita a la playa parecen multiplicarse cuando el foco está en los niños.

Esto se debe a que tienen la piel más sensible, siendo más susceptibles a sufrir quemaduras solares, además de ser más curiosos y tener la costumbre de llevarse todo a la boca. Por lo tanto, corresponde a los padres o adultos responsables prestar atención a Actividades de los más pequeños, en este rango de edad es común que niño Pon todo automáticamente en tu boca, incluida la arena.

Y esto puede causar problemas de salud. La arena presenta numerosos peligros, ya que puede contener heces de animales. Los padres también deben tener cuidado con los pequeños objetos esparcidos por la arena, como gorras y palitos de helado.
Está bien dejar a su hijo descalzo en la arena. Sólo hay que asegurarse de que el niño no se lastime. Uno de los riesgos es el bicho geográfico, que no sólo se contrae a través del pie, sino a través de cualquier otro contacto directo con la piel.
Cuanto más cómodo esté el niño, mejor. La mejor opción es ropa algodón, ya que permiten que la piel respire. Se puede prescindir del pañal, ya que acumula humedad y calor y puede favorecer micosis y dermatitis del pañal. Si tu hijo aún no puede prescindir de los pañales, simplemente déjalos puestos y aplícale abundante protector solar.

La boya representa una protección extra, incluso para aquellos niños que ya saben nadar, modelo El más seguro es el reposabrazos. Conviene recordar, sin embargo, que estas boyas no garantizan la seguridad total del niño, ya que las olas del mar pueden ser impredecibles.
Hay muchos peligros en la playa: los niños pueden perderse, entrar solos al mar, llevarse objetos inapropiados a la boca, etc. Los niños no tienen miedo de nada, creen que nada es peligroso. Esta es la edad en la que todavía están descubriendo todo. Por ello, es fundamental que los padres supervisen de cerca todos los juegos.
